lunes, 10 de septiembre de 2007

Carta a un antiamericanista


Amigo Antiamericanista:

(Discúlpame que te llame amigo, pero a pesar de todo lo que hemos vivido juntos te sigo considerando mi amigo.)

No me hables para preguntarme: ¿Cómo le fue a tu América? Ambos sabemos que cuando me hablas para preguntármelo, es porque no le fue bien a mi equipo; o aun peor, porque le fue muy mal. Y lo que es más, tu sabes perfectamente que yo lo sé, y yo sé que me lo preguntas porque sabes que lo sé.

Tampoco quiero que me escribas para preguntarme: ¿Cómo le fue a tus Águilas? Porque mas allá de hacerme molestar, haces que yo sienta pena por ti, y en lugar de verte como un amigo mío, me haces verte como un pobre antiamericanista. Y te aseguro que desde mi perspectiva del deporte, existen pocas cosas tan tristes como un antiamericanista.

Amigo (Discúlpame de nuevo), no te alegres por mi infortunio, eso habla mal de tu educación y de tus sentimientos; te invito a que ames este deporte con amor del bueno, yo al igual que tú sufro cuando mi equipo pierde, yo al igual que tu tengo malos días cuando mi equipo pierde ¿Eso te causa alegría? No dejes que tu felicidad sea malsana.

Yo por mi parte puedo felicitarte cuando tu equipo venza al mío en buena lid, incluso cuando gane con ayuda del árbitro. También te reconoceré cuando tu equipo ponga el nombre de nuestro país en lo más alto y te apoyaré en silencio desde el fondo de mi corazón azulcrema cuando te encuentres en la lucha por lograrlo.

Pero no me pidas que disfrute del deporte como tú lo haces, por que entonces no le encontraría sentido a mi afición. También te pido que no odies a los jugadores de mi equipo, ellos sólo hacen el trabajo por el que les pagan; y lo que es más no te metas con nuestros ídolos, yo no me meto con los tuyos.

Amigo (Discúlpame una vez más, si no quieres no volveré a hacerlo), contrariamente a lo que puedas pensar, tenemos más en común de lo que imaginas; al menos compartimos la afición por el mismo deporte, “el más hermoso del mundo” como dice Luis Omar Tapia.

Te prometo que cuando mi equipo gane o mi equipo pierda, yo seré el primero en saberlo; si acaso nos enteraremos al mismo tiempo. Y prometo no burlarme de ti, cuando mi equipo sea el que te venza; porque de eso se trata el ser americanista: Tener linaje, tener casta, ser modesto en la victoria y sobrio en la derrota, y aunque te incomode, victorioso por excelencia; y aunque ambos sabemos que estas son las características que mas te molestan de mí, no me odies, es que esa es la esencia del americanismo.

Amigo (No lo pude evitar) antiamericanista nos seguiremos viendo, por lo menos dos veces por año. Y cuando crucemos miradas tu fingirás no haber leído la presente, y yo rendiré tributo al odio que me profesas y fingiré nunca haber escrito nada de esto. Y la próxima vez que nuestros equipos se encuentren en la cancha y tú me sigas odiando, sabré que la leyenda de mi equipo se sigue haciendo más grande. Tu odio me alimenta… Ódiame más!

1 comentario:

Gibs dijo...

Jorge, tu bofetada de guante blanco es muy poético, felicidades, jajaja!