viernes, 14 de septiembre de 2007

Otra vez los malditos últimos minutos del primer tiempo…


Y no, esta vez el destino no nos tenía deparada ninguna sorpresa, no hubo goles monumentales, jugadas memorables ni siquiera hubo minutos suficientes: Nada, que el destino me jugó una broma de mal gusto y como no le bastó, se burló de mí en mi cara. Maldito destino.

El buen Hugo, al que hasta ahora no tengo nada que reclamarle (ni siquiera que le diera tan pocos minutos al Gio), en buena medida a la confianza que inspira, decidió darle tan sólo unos minutos a nuestras jóvenes promesas. Pero aun sin entenderlo le doy la razón, el director técnico de nuestra selección nacional; aunque criticado por no ser un gran ajedrecista del fútbol; en cambio es un monstruo para eso de la administración, la mediación, la conciliación, la psicología y sí, los resultados. Lástima Hugo que no tengo una hermana disponible para que tenga tus hijos, de hecho no tengo ninguna hermana, y ya tengo al Memo Ochoa en la lista de espera.

Y si, el destino quiso que otra vez fueran malditos últimos minutos del primer tiempo los que nos pusieran de rodillas, otra vez contra un grande. Creo que seguimos pagando el precio del derecho de piso, el problema es que a estas alturas ya nadie nos lo cobra, nosotros solitos lo seguimos abonando. Y con su permiso, también podríamos hablar de los malditos últimos minutos del segundo tiempo, y los malditos minutos después de anotar un gol.

Tristemente nuestra historia reciente está llena de estas maldiciones; contra Argentina, contra Alemania, contra Estados Unidos, contra Brasil. Errores de concentración le llaman, errores de concentración no lo acepto! Hasta que nuestros jugadores no estén acostumbrados a jugar cada miércoles en una Champions League, a competir cada semana en un máximo nivel, a jugar 2 veces por semana casi todo el año; y hasta que nuestros directivos comprendan que el verdadero negocio en nuestro fútbol no son la entradas a los estadios, y que las principales fuentes de ingresos no se reducen sólo a los contratos de televisión y publicidad sino que están en la venta de jugadores jóvenes a Europa, sólo entonces alcanzaremos un nivel en el que cambiemos los errores de concentración por jugadas sublimes.

Definitivamente Brasil nos repasó, gracias a Memo el partido no acabó en goleada y encima Andresito sacó de la línea una a la que ya no llegaba Ochoa. Pero; no señores, la selección no jugó TAN mal; si no, allí está, el anotado por los nuestros fue un golazo. El problema es que tienes enfrente a Brasil; Brasil… Brasil.

Para acabar pronto, tomemos a los 3 mejores jugadores de Brasil el día de ayer: Ricardo Izecson dos Santos Leite, mejor conocido como Kaká, campeón de Europa, campeón de Italia juega en el Milán desde los 21 y su equipo no lo vendió ni en 150 millones de dólares. Ronaldo de Assis Moreira, mejor conocido como Ronaldinho, ex campeón de Europa, ex campeón de España, y su equipo no lo dejo ir por 120 millones de dólares. Y por último Robson de Souza mejor conocido como Robinho, campeón de España, por quien el Madrid pagó más de 30 millones de dólares cuando tenía 21 años.

Nosotros tenemos a Nery Castillo como nuestra mejor carta y en Rafa Márquez a uno de los mejores defensas del mundo, pero defensa al fin, detrás de ellos los jóvenes Andrés Guardado, nuestra venta récord de 10 millones de dólares y Memo Ochoa un gran portero a sus 22 años pero que juega en México.

Brasil venía con todo por la revancha y lo demostraron por la forma en la que afrontaron el partido; nosotros qué teníamos para ofrecer?

Pd: A mi querido Hugo le diría, no es lo mismo jugar al tu por tu, que tratar de jugar al tu por tu.

Yorch

No hay comentarios: