lunes, 30 de julio de 2007

Andábamos velando al abuelo cuando se murió la abuela… (Publicado el 16 de Julio)

Y es que apenas empezábamos a reponernos después de haber caído de manera tan inesperada y estrepitosa contra las huestes rioplatenses; cuando éstas mismas nos pegaron el tiro de gracia, ésta vez donde menos lo esperábamos; tal vez donde menos lo hubiéramos querido; porque mientras veía caer vencidos a nuestros espartanos se truncaban al mismo tiempo muchos sueños.

Decía yo “empezábamos a reponernos” porque precisamente un día antes habíamos vencido contundentemente a la selección de Uruguay; nuestro fútbol volvía a izar las velas, nos veíamos en ese momento en el lugar que nuestro fútbol nos permite: Terceros de América, sólo detrás de los 2 grandes.

Y por ahora me quedo con este partido, así duele menos. Si acaso reclamarle a Hugo que haya tardado tanto en poner a jugar juntos al Temoc y a Nery; ambos lo querían hacer desde hace tiempo, es el fútbol que sienten, es lo que mejor saben hacer los dos. Y no pecó de Cuauhtemista cuando digo que el mejor Nery que ha visto Grecia no es mejor que el mejor Cuauhtemoc que conoció México. El primero he dicho que es un gran jugador, del tipo que siempre hace falta en la selección y sus principales armas son su gran velocidad y la capacidad endiablada para driblar contrarios, sin embargo hasta ahora carece de la visión de campo, la definición, y la capacidad para pasar el balón que tiene el buen ex americanista; pero nada que su fútbol no le permita aprender.

Vaya que son totalmente complementarios sus estilos, ni acaso el problema sería decidir quien cobra los penales, Nery sabe quién es, aún hoy el maestro. El día que Nery logre emular esas virtudes de Cuauhtemoc, entonces quizás hablemos del mejor jugador mexicano de todos los tiempos. Quizás. Porque tiene una capacidad enorme para marcar la diferencia en cada partido; “estoy intentando hacer cosas nuevas” me dice mi amigo Jorge Valladares cuando jugamos el FIFA 2007 en el 360; eso es precisamente lo que hace Nery en cada partido, y no precisamente lo que logra Jorge cuando estamos jugando.

Y entre tanto alboroto, el joven Guardado entra al partido para avalar los 5.1 millones de Euros que se pagó por el 75% de su carta, soberbio balonazo, “como los que le mete a Ochoa” me dijo atinadamente un buen amigo por teléfono.

Sin embargo nada de esto me permite sobrellevar la derrota de nuestra generación dorada, y lo sostengo, nuestra generación dorada. Porque perdieron el partido pero no fueron superados por el contrario, desgraciadamente una distracción, un error, un tiro desviado y el gol que no nos pudieron meter de otra forma. Ni modos, lo he dicho antes cuando te toca perder, te toca, te callas y te aguantas, así lo hacen los grandes. Y éste México es grande, y por eso Argentina celebró la victoria como si hubiera sido una final, sabían que echaban al mejor equipo del torneo, sabían que les había tocado bailar con la más fea y que habían podido seguir adelante.

Si acaso necesitamos un consuelo, yo lo encontré en la final de la copa América, en donde la misma Argentina que nos había echado de la copa América caía rotundamente contra un Brasil que nadie esperaba, ni Argentina, ni los mismo brasileños; quizás solo los mexicanos. A fin de cuentas los brasileños le hicieron a los argentinos lo que estos nos hicieron a nosotros. Y lo entendí mejor cuando mi buen amigo Ricardo Calderón me dijo: “Y después vi que los Némesis son eternos, atemporales e inexpugnables: Uruguay se la hará a Brasil, Brasil a Argentina y Argentina a nosotros, lo más triste es ser el final de la cadena; aunque me queda el consuelo ver que la luz al final del túnel es que si logramos consolidar una superioridad constante sobre Uruguay entonces cerraremos el círculo y ya será cuestión de enfoque ver si somos los últimos; o los primeros.” Nada, que la misma derrota que se llevó mi inspiración, a él lo había puesto filósofo.

En lo que a mi respecta, todo este fútbol sació mi hambre de éste deporte por un tiempo y a su vez me dejo un hueco en el estómago. Creo que descansaré de esto por unas semanas, pero también creo que antes de lo que pienso estaré siguiendo a nuestra selección en los juegos panamericanos. Hay quienes desarrollan inexplicablemente el masoquismo o ese gusto enfermizo por el dolor, algunos mexicanos como yo lo adquirimos con nuestro amado fútbol.

Por más que lo deseé y les deseé, los éxitos futboleros no llegaron, no esta vez, y como decía anteriormente por el momento no estoy de humor para seguir deseando mucho fútbol. Me despido temporalmente con la satisfacción que me deja el amor que le profeso a nuestra selección, pero a su vez desgastado por el dolor que éste mismo amor me provoca, pero más desgastado por ver como los mismos mexicanos se burlan de cómo le va a nuestra selección, su malinchismo resérvenlo para ustedes mismos; a mi no me interesa.

Nos vemos pronto.
Yorch

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres grande mi gordito, hasta me hiciste llorar, si nuestras selecciones jugaran al futbol como tu escribes seriamos campeones de todos las copas, amistosos, cascaritas, etc. Hasta me atrevo a decir que si fuera mujer te las daria con gran gozo y placer.

Estaba esperando tu ultimo ensayo para hacer te llegar mi comentario, me tienes sorprendido no te conocía esta virtud, has pensado en escribir en una revista o gaceta?

Anónimo dijo...

Que pasó Jorge, no sabía que escribías de esa manera pero me alegra y me gustó mucho tu sentir en cuanto a la selección, me uno en tu sentimiento por la derrota y en la espera de partidos mejores.
Nos vemo pronto.
ATTE:
Alejandro Montejo B.