Jorge y todos:
Empiezo estas líneas con 48 horas sin dormir... y es que no he podido parar de festejar: del Bernabeu a la Cibeles, de la Cibeles a Sol, de Sol a los balcones del ayuntamiento y por último a la catedral de la almudena a dedicar el título más ansiado por los madridistas desde la septima orejona. Dos dias de festejo, y es que, desde el mismísimo momento en que cayó el gol del empate, explotó en mí una euforia inusitada que no sólo me recompensaba tanta angustia sino que me llenaba de una auténtica felicidad!
Tengo que confesarles aunque suene extraño e irreal que en ningún momento di la liga por perdida...ni siquiera cuando vi entrar en las redes del fondo norte (los cuatro goles cayeron a escasos diez metros de mis ojos testigos) ni cuando mis oidos intentaban también atarme al suelo...ya que, uno a uno fuí escuchando por los auriculares los goles del barcelona (hábito aprendido por imitación a tantos asiduos asistentes a chamartín quienes entregan la narración de su encuentro a la transmisión de la cadena SER), para mi la liga era blanca y el cielo nuestro.
La tensión que se vivía era algo difícil de explicar, el primer gol del mallorca enmudeció a un bernabéu que era poco menos que una olla a presión...sin embargo el doloroso recuerdo de las dos ligas tiradas en tenerife en la última jornada rondaba como fantasmas en el coso madrileño. Poco a poco vimos pasar los minutos y escuchar en la grada..."joder! que el barca ha metido el tercero en tarragona!", "que han ya sentenciao su partido!" los estragos que estas noticias que llegaban desde el otro extremo del puente aéreo (mad-bar) hacían entre las almas de fé debil, contagiaban a algunos pero no a todos, yo sólo veía como Janeth miraba a la señora delante nuestro quien decidió pasar medio partido de espaldas al campo y que leía el partido a través de nuestras muecas y gestos.
Y es que todo parecía estar en nuestra contra, en 15 minutos perdimos por lesión a los artífices de esta remontada de liga histórica: Becks y Vangol...sin embargo a los dos minutos de entrar José Antonio Reyes al campo, la historia se reescribía: incursión de Higuain al área y remate de Reyes: GOOOOOOOL! y de los recambios de los lesionados!! HALA CAPELLO! ERES UN MOSTRO!!. El Bernabeu explotó en júbilo, y aún cuando faltaba poco tiempo, las 90,000 almas dieron por hecho la remontada, acostumbrados ya por las ultimas seis jornadas e inspirados por el espíritu de Juanito.
Espoleados por el ensordecedor rugido vikingo se fueron desencadenando las jugadas hasta que faltando nueve minutos para el final, aquel a quien silbamos todo el partido por perder una incontable cantidad de balones, remataba a boca de gol...en camara lenta todo el fondo norte vio entrar bote a bote ese balón que desencadenó el grito de gol más extraño que he escuchado en mi vida, ya que en cascada fué permeando desde el fondo norte hacia las gradas laterales y al fondo contrario... casi 60,000 almas no tuvieron clara la atajada y habian exclamado el desencantado HUUUUY!! que fue transformandose en sentésimas de segundo en GOOOOOOL!!
Los decibelios cruzaban ya las tres cifras y los madridistas veíamos cristalizada nuestra férrea, obstinada e inquebrantable esperanza en una maravillosa realidad. Si bién aún pendía sobre nuestras cabezas la espada de Dámocles, todos teníamos ese temor bién escondido en el fondo de nuestro corazón merengue...sin embargo el fútbol nos tenia preparada la liberación de este amargo sentimiento... Reyes tomaba en la frontal del area una pelota con su magistral zurda y la empujaba al fondo de las redes, entonces el rugido de GOOOOOOOOOL!!! explotó al unísono en las gargantas de los 90,000 afortunados testigos de la catedral...en lo que constituye seguramente el sonido más estruendoso, más hermoso y más liberador que hé escuchado en mi vida entera.
A partir de ahí fué todo fiesta, besos, abrazos, palmeadas, aplausos y cánticos...que para mi empezaron con un ASI, ASI, ASI GANA EL MADRI!!! que logré cuajar en la grada y que se fundió 10 minutos después en el añorado CAMPEOOONEES CAMPEOOONEEES.. OEEEOOOEEOEEEEE!! Que dejé de cantar hasta hace unas horas.
Un abrazo.
Rich.
forofo Blanco.
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