Beckham pisa ya territorio pagano, en un país lleno de contradicciones deportivas y del absurdo elevado al extremo. Una nación en la que, producto de una escisión socio-cultural de naturaleza independentista, se hubo desterrado la más representativa de las manifestaciones de la cultura sajona: El fútbol. Les explico.
Su extinción.
En clara oposición a la cultura Inglesa, los nuevos pobladores de América, trasladaron su independencia a aquellos ámbitos de mayor representatividad para las masas. Para ello, en una elocuente demostración de soberanía cultural, dedicaron importantes esfuerzos al desarrollo de sus propios deportes, pero no como parte de un proceso evolutivo natural o modernista de cualquier disciplina, sino como un emancipador afán de proscribir los rezagos culturales de sus orígenes británicos, pretendiendo cortar de esta forma y para siempre uno de los más importantes cordones umbilicales de la madre Britania. Lo cual consiguieron con exquisita precisión.
Así, tomaron al rounders y al cricket y lo transformaron en su joya deportiva, el beisbol; el hockey abandonó la verde campiña inglesa para jugarse sobre hielo, transformando a la pelota en disco; el balonkorf del mar del norte tampoco escapó de la quema, convirtiéndose en el baloncesto.
Pero el más peculiar de los cambios lo sufrió evidentemente aquél que representaba las simpatías de la inmensa mayoría, aquel que más que deporte, era un motor social, aquel que podría convertirse en un vínculo irremediable con las tradiciones que le dieron vida, y que, por tal motivo, representaba un continuo foco de insurrección: Nuestro amado Fútbol.
Muchas fueron las ideas e intenciones que con el objeto de expatriar ideologías y costumbres fueron emprendidas. La principal era desterrar al juego inglés , sustituyéndole con un nuevo deporte bajo el mismo nombre. La pregunta era: Pero… con cual deporte? la respuesta ideal fue: El rugby. Inglés pero disidente, sajón pero separatista, ¿Porqué? Pues porque el rugby nace como una secesión entre las dos corrientes principales del fútbol, aquellos que por falta de arte y técnica querían beneficiar a la masa, permitiendo el uso de las manos (horror!) y aquellos que preferían el espectáculo de buscar controlar la pelota con nuestras extremidades menos expeditivas.
Vamos, que si el deporte de más arraigo hubiese sido el Polo, los neoamericanos lo hubiesen jugado con palas en borricos, y llamádole Pala.
El renacimiento
Muchos han sido los intentos americanos por buscar el resurgimiento del soccer como deporte de afición nacional, importantes, sólo dos: en los 70’s con la contratación del más grande de la historia, y de un ejército de estrellas como su comparsa de samba; y hace 11 años como consecuencia directa del compromiso con FIFA por haber obtenido la sede del mundial más insípido que recuerdo, aquél que se encapricharon en hacer.
Habrá que reconocerles que en el aspecto enteramente deportivo han logrado un avance sustancial. Tienen una liga joven con equipos que practican un fútbol rápido basado en su capacidad física, que sumado a las habilidades técnicas de sus jugadores de exportación representan en conjunto la base del proyecto 2010, que según los cálculos de los gringos, culminará con Landon Donovan levantando la copa FIFA en Sudáfrica. Habría que verlo, al tiempo.
Sin embargo, en el otro aspecto, el de la afición, el rezago es importante. A día de hoy se siguen acumulando butacas vacías en a todo lo ancho del territorio americano (aquellos ideólogos quienes le extinguieron hace más de un siglo, hicieron un buen trabajo). Por esta razón, Alexis Lalas (la otrora versión deportiva de Carrot Top) de la mano de Don Garber comisionado de la MLS, han apostado por estrellas de relumbrón para aderezar los partidos de su liga, hoy con Beckham y Cuauhtemoc (buscando el apoyo de la raza de bronce) y mañana con Ronaldo y Zidane, a quien pretenden regresar del retiro.
Y es que la llamada claúsula Beckham permite ahora contratar una estrella que no acumule salario al tope salarial que rige las franquicias de la MLS, así, levantan las asistencias e incrementan el nivel de juego, hasta ahí todo bien.
Con lo que no puedo estar de acuerdo en la que prostituyen el balompié norteamericano los medios de comunicación que corporativamente monopolizan qué ven y cómo ven los estadounidenses el deporte, me explico.
PRIMERO: En días pasados, arrastrado por la actualidad del fútbol y por la admiración que me merece David Beckham, me procuré el tiempo para disfrutar de un encuentro de fútbol que en el papel prometía espectáculo. Enfrentando a la nueva escuadra del guerrero inglés el LA Galaxy se encontraba el Chelsea, flamante campeón de la FA Cup.
Sólo empezar el juego, empecé a tener extrañas sensaciones acerca de la forma en que ESPN el autollamado “líder mundial en deportes” (lo será en el resto) trasmitía el encuentro. Con sorpresa vi como en pleno minuto 16 en pantalla tenía a Arnold Schwarzenegger entrevistado por pseudo-periodistas deportivos ¡Con el juego de fondo!, para más INRI los listos de ESPN por poco pierden una ocasión de peligro del conjunto inglés, mi asombro no pararía de azotar mi estado de conciencia tras ver como cada cinco minutos hacían un corte hacia un set de televisión con presentadores instalado en la tribuna, como si de un partido de americano se tratara… Señores de ESPN el fútbol es un deporte ¡continuo, ininterrumpido, incesante, constante! No puedes entrevistar a Arnold, Tom Cruise, Shaquille, Tom Arnold, y al mismísimo Lalas, un internacional mundialista que debería de pugnar un poco por evitar que esto ocurra.
Por si fuera poco, el acabose estuvo en que sumados a los 20 minutos que dedicaron a las entrevistas, 15 más fueron tomas a David Beckham, dato que no resultaría curioso si este señor no se encontrara ¡EN LA BANCA!, finalmente, ocurrió lo que todo el Home Depot Arena deseaba, que Sir David entrara al campo (aún en contra de su tobillo lesionado en la liga de las remontadas -rating manda-) para que yo me percatara que lo absurdo no se limitaba a la transmisión, sino a la grada también, a una afición que podía sentirse más a modo en la premiere de una película que en un partido de fútbol. Así, corearon cada carrera de David aunque el balón se encontrase en el otro extremo de la cancha, digo, una cosa es apreciar un desmarque sin balón, y otra muy distinta que le veas como protagonista de un ballet y que no le quites los ojos de encima, ojo gringos!, la protagonista es Doña Gajos. Ocurría esto, cuando lampard luchó por un balón con Beckham derribándole, el grito de susto en las tribunas fué algo similar a lo que alguna vez escuché en un coso taurino durante una cogida, las palabras de Pete, un amigo inglés, al respecto fueron más que elocuentes...Now, That's real english football!!, reía un poco, cuando vi la cereza del pastel. La pantalla dividió en dos recuadros la transmisión, en el de la derecha se apreciaba la entrega “normal” del encuentro pero en el otro con un letrero que rezaba BECKHAM CAM, la imagen del inglés en close-up en un seguimiento ininterrumpido, VENGA, POR DIOS!
SEGUNDO: Los medios no sólo pecan con sus versiones basquetboleras de las transmisiones de los partidos de Fútbol, sino que además controlan el calendario de juego de la MLS, ustedes dirán: Eso sucede en todo el mundo. Pues va a ser que no! No de la forma en la que ESPN y ABC para cuadrar su temporada con la de los deportes americanos manipulan el calendario de liga, hasta el punto en el que el año pasado con el Planeta Fútbol en helvética sincronía, latía al ritmo de los golpes al balón en Alemania durante la Copa del Mundo, en Estados Unidos se jugaba el campeonato nacional de liga como si nada, imagínense la contradicción para el hincha (si es que los hay) ¿Dónde vas a ver el partido de la selección? No lo voy a poder ver, a esa hora juega mi equipo! Como dirían ellos… No more cuestions, Your Honor.
Aaah pero si esa noche se juega el play off de MLB o de la NBA la retransmisión se hará diferida o simplemente cambiamos el día del partido, rating manda.
Así cómo piensan hacer afición? Señor comisionado de la US Soccer, por favor corrija estos errores de origen que lo único que lograrán es que este bello deporte se prostituya hasta su colapso, nuevamente. Recuerde que ni Pele, Best o Beckembahuer lograron cuajar aquella gelatina llamada NASL en su momento. El fútbol no es cuestión de negocio o de medios, es cuestión de AFICIÓN.
Lo hermoso que sería poder tener en Norteamérica una liga de Clase Mundial, 300 millones de espectadores potenciales y la conversión del último reducto pagano del mundo no harían más que consolidar a este hermoso deporte como “el juego del hombre”. A por ellos!
Hasta pronto!
Rich.
Forofo blanco
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Y yo pues también quiero más al Nery. Hoy quien se atrevería a decir algo malo de él? Para como están las cosas yo le perdonaría casi todo, se le ha ganado a pulso. Sí, incluso que falle goles con el marco abierto. Incluso que tenga a Cuauhtemoc en la banca.
